APOSENTO DE BICORNES
Es verdad que no salgo de mi casa,
pero también es verdad que sus puertas
(cuyo número es infinito)
están abiertas día y noche.
JORGE LUIS BORGES
I
Desprendo mi voz de la estancia del cuerpombre (almunia de nervios, laberinto). Soy la frente que sangra en la forma raída de los muros. Soy el amor bastardizo, el de aspecto casi soledad y casi muerte. Mi nombre es Asterión. Soy el híbrido del agua y de las llamas. Yo soy el minotauro.
II
Antes de ser carnempavesida, quiero crepitar con el garbo de la liebre: ser estruendo sobre los galgos azules de la hoguera. —¿Cómo sale el hombre acorazado (de su hambre por salir de su coraza)?—. Me guardo en mi raizaje, asido a lo que soy en mi pétrea nervadura. Pero voy a salir de la casa de mi cuerpo, la casa que habito o que me habita.
III
¿Es virtud o espasmo la canción en mi aposento? —Si canto mi angustia, olvido lo abyecto de mi frente—. Hay canciones por cada llaga de la carne: el hombre herido es laúd de múltiples acordes. —Soy mi cóncava amargura y mis cuerdas tensadas a punto del sonido.
IV
Tras el muro, ¿qué se piensa, minotauro? —Se piensan pájaros quebrantacascarones: pájaros abriendo en sus nidales: pájaros nidales en la jaula: pájaros jaula del patio: pájaros patio en la trena del ambiente.
V
Somos millones con el mismo dolor que se advierte laberinto. —Dolor es mi cabeza: habitación de humo. Sube el dolor por el venambre y se oqueda en el cerebro. Baja y se repite en las vísceras, como la sal en los muros (o la primera llama en las manos de los hombres).
VI
En estos escenarios, el llanto fue mi primera máscara. —Cada hilo de lágrima en mi rostro, me desviste de mi estatua. Camino hacia la llave, mas no a la puerta de esto, el taurombre que soy en la poesía.
VII
Si brama el minotauro (el que alza maresiertos con su frágil cornadura), es porque alguien le marcó la dermidad (con hierro a fuego) y le contó que el sol, en su melancólica luz inconsumible, destruye pájaros de cera.
VIII
Aquí las horas son... A decir verdad, el tiempo es el engrane de una máquina de cráneos. ¿Por qué no aspiro a la mentira: «en este habitáculo, ocurre algo más que la tijera en el ovillo»?
IX
La casa es fría: le escurren carámbanos de sangre. Somos la historia en sus paredes. Todas las guerras y los sueños inconclusos esperan el parto de las aguas (su cuerpo henchido, para decir el hojedal del árbol que funda su raíz en la cabeza). —Ante mis ojos, oscura en su visor, la única puerta de estatura ajustable: la profunda y sin retorno.
X
Nacer es caer y reventar en sangre. —Caigo lo que pesa el coral de mi cerebro—. El alma es mar: vino a romperse en los acantilados. Cuando nace un hombre, antes de sentir el pecho de su madre, recibe un golpe: el llanto es la queja de estar vivo. —Yo prolongué mis lágrimas—. Inconclusos y cadaverales, retratamos aspectos que nunca permanecen. No concluimos la luz del nacimiento. Somos destellos ofuscados. Somos presas del oprobio en la vagina sofocante del mundo.
XI
—Desprovisto de materia, la palabra es la carne que me viste—. Llegarán otros a poblar los laberintos del escarnio. Vendrán a reconstruir las ruinas y a sanar el estropicio del cerdombre. Si alguien no se burla de los que andan por el mar, navegando de espaldas, seguirán cayendo muchos al intestino de Caribdis.
XII
La vida se me va de las manos como sisífica roca. Soy el peso y el desplome. Mi libertad de piedra está en el polvo.
Francisco Trejo: (Ciudad de México, 1987) es poeta, ensayista, investigador y editor. Maestro en Literatura Mexicana Contemporánea por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y licenciado en Creación Literaria por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Cofundador y director de Nueva York Poetry Review. Coordinador editorial de Nueva York Poetry Press y editor de Ícaro Ediciones. Autor de Derrotas. Conversaciones con cuatro poetas del exilio latinoamericano en México (2019), Penélope frente al reloj (2019/2021), Balada con dientes para dormir a las muñecas (2018), De cómo las aves pronuncian su dalia frente al cardo (2018), Canción de la tijera en el ovillo (2017/2020), El tábano canta en los hoteles (2015), La cobija de Ares (2013) y Rosaleda (2012). Una muestra de su obra está incluida en Carta deshecha en el mar del remitente (2021), Sumario de los ciegos (Antología personal) (2020), Epigramas inscritos en el corazón de los hoteles (2017) y Antología general de la poesía mexicana. Poesía del México actual. De la segunda mitad del siglo XX a nuestros días (2014). Entre otros reconocimientos, obtuvo el VIII Premio Nacional de Poesía Ignacio Manuel Altamirano 2012, el XIII Premio Internacional Bonaventuriano de Poesía 2017, el VI Premio Internacional de Poesía Paralelo Cero 2019 y el XIV Premio de Poesía Editorial Praxis 2021.
CURADURÍA: Sean Salas (Costa Rica)