ABANDONADO AL VIENTO DE LAS ISLAS,
entretenido con aire y sal en las mareas,
abordé la Línea Marittima Grado-Trieste
que iba cortando el azulejo vidrio de la ola,
iba en otro mundo, la cerveza es más fría
cuanto más hablamos de amor o de amistad
y así reviven los labios: recuerdos, fotos,
besos como espigas,
trigales casi, humareda del tiempo
en los ojos del cantor
con alas mustias en su espuma,
y entonces descubrimos el viaje,
andante marcha en el camino
que grita humo o lo dispersa,
pájaro o señal que cae,
ofrenda para un nuevo exilio.
Vamos en la ruta de las arenas perdidas
y hacemos viaje sin más
pasaporte que un íntimo latido
con bitácora de amor a prueba de destierros.
Venimos de otros mundos,
y somos mundo nuevo ante ojos desconocidos,
cazadores en oráculos
y guerras que fueron ilusión de amor.
MI MAR CARIBE, EL QUE CONOZCO,
el que sabe de mí
y también de mis encuentros amatorios es así:
vital como la yedra de sus aguas,
humano porque sufre tempestades,
calamidades y cañones.
Inmenso en la turbiedad
de tanta historia.
4
FRONTERA DE ETRUSCOS Y LATINOS,
río aposento de descanso,
río donde apuesta el sol su nueva luz,
río que es, al mismo tiempo,
piedra en la copa de los rezos matutinos,
Tíber:
largo poema que atraviesa el huerto
y el nido de los andantes,
fuente y deidad alguna vez;
adorado, astro viviente,
sin liturgia de crueldades.
Al amparo del puente envejecido
de encina y musgo
los jóvenes se aman y fuman marihuana,
el amor crece en la penuria de los álamos,
el amor de cuerpos debajo de los eucaliptos,
testigos sin condena.
* Nota: Los poemas aquí publicados son del poemario Italia soul (OXEDA, 2022).
Porfirio Salazar: (Penonomé, Coclé, Panamá, 1970). Es Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas (1993) y Máster en Derecho Procesal (2006). Labora como Defensor Público del Sistema Penal Acusatorio de Coclé, desde 2011. Ha participado en diferentes recitales y conferencias en España, Estados Unidos, México, Nicaragua, Puerto Rico, República Dominicana, Guatemala y Cuba. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Ricardo Miró (el más importante reconocimiento de las letras panameñas) en 1998 y 1999, y en Ensayo en el año 2009.
Con el libro Animal, sombra mía ganó el Premio Centroamericano Rogelio Sinán 2008 (el más importante de la región), convirtiéndose en el primer poeta panameño en lograr tal distinción entre 48 autores de Centroamérica. Obras destacadas: Selva, Ritos por la paz y otros rencores, La cítara del sol, El fuego despierto, El viaje de la desnudez, entre otras.
CURADURÍA: Antonio Ojeda (México).