PADRE VIENTO[1]
El padre viento canta,
le canta a la hermosa luna.
Le canta a la gran mar
y al corazón del cielo.
El padre viento danza,
danza con los maizales,
danza con las aguas del río
y con el corazón de la Madre Tierra.
El padre viento juega,
juega con los pájaros del cerro,
juega con las flores de los montes
y con el cabello de mi cabeza.
El padre viento me ama,
me abraza, me habla,
me levanta la ropa,
me desnuda y me ve el corazón.
QUIERO
Cuando yo muera, mi niña,
quiero convertirme en bruma,
habitar en la lejana montaña,
en la cima del Izalco,
en el cause de los ríos.
Y llegar de madrugada a su ranchito
y acechar escondida
en la copa del limonero
¡Aquel que está frente a la puerta!
El momento en que la aurora
tiña de azul-rosado la mañana.
Y las aves del cielo
inunden el ambiente
de bellos y armoniosos trinos,
en honor al padre sol
y a la madre Tierra.
Yo sé, mi niña, que usted
saldrá a lavar su cuerpito
de paloma, con agua fresca
y cristalina, lágrimas de firmamento.
Entonces barajé rauda
y abrazaré con mis
brazos fríos,
su cuerpo cálido y
besaré sus ojos y su frente
y acariciaré sus cabellos.
Usted se estremecerá al
escuchar mi voz, pronunciar
suave y dulcemente su nombre,
y entonces, sabrá, niña mía,
que estoy ahí con usted
y verá mi silueta entre la bruma
y yo seré feliz.
Pero al primer rayo del padre Sol,
huiré a la montaña,
rebosante de felicidad
y esperaré escondida en lo más alto,
en donde no llegan las huellas
de los humanos.
La aurora próxima
para bajar a besar de nuevo
sus lindos ojos, que
cada día me darán la vida.
[1] Reseña de sus poemas: “Padre Viento” y Quiero” son dos poemas incluidos en la obra inédita “Carta a mi niña”, escrita por Guadalupe Estrada. El libro contiene 94 poemas dedicados a temas variados. Algunos de ellos hablan con cariño sobre las bondades del amor, otros están dedicados a la familia, a la Tierra, la identidad indígena y al vínculo con la naturaleza.
Guadalupe Estrada: Nació en Sonsonate en 1968, treinta y seis años después de un evento que cambió la historia de los pueblos indígenas en El Salvador: la masacre de 1932. Las heridas causadas en la familia por este evento marcaron a Guadalupe, pero también la llevaron a apropiarse desde muy joven de su identidad indígena y dedicar gran parte de su trabajo a hacer visible su cultura y al trabajo organizativo entre comunidades.
Además de cuentista y poeta, Guadalupe es fundadora de la Asociación de Concejos de Pueblos Originarios de Cuscalán, guía espiritual y defensora de los pueblos originarios. Para mantener la conexión con sus raíces, Guadalupe decidió estudiar el náhuat y hacer lo posible por enseñarlo en distintas instituciones. Luego de ello adoptó el nombre de “Shicuase nanzin wan se pilzin”, el cual traduce como “Seis mujeres y un muchacho”, que es el número de personas que componen su grupo familiar.
En el 2012 descubrió su vocación para el canto y tomó ideas para crear canciones. Allí se refleja su mundo espiritual y su cosmovisión. También, hizo la traducción al náhuat de 15 canciones populares.
CURADURÍA: Yordan Arroyo (Costa Rica)
* Gracias infinitas a mi buen amigo Williams González, con quien me crucé en Salamanca, por el contacto de Emmety (gracias miles) y de esta forma, lograr hallar poesía indígena salvadoreña actual, la cual, casi todas las personas me habían dicho que no existía y no había forma de dar con ella.