LA MISMA Y LA OTRA
Sigo siendo la niña
refugiada en el trópico, en aquella rama del árbol.
Sigo siendo la niña que también maté
porque de aquel árbol no queda nada.
(En: Nostalgia del presente 2014).
EL MIEDO Y LO MINÚSCULO
Pequeña, ¿temes romper los huesos del silencio?
El silencio tiene dureza casi mineral, es tenso como cuerda
de ahorcado.
Sólo un filo podría herirlo rajarlo. Pero no tienes filo
ni hacha.
Algo te pinza mientras el tiempo suelta resonancias, olas,
ráfagas.
Tu país tiene médula de llanto, fósiles de rabia.
Se acerca la guerra hirviente y viscosa.
Pero no dices nada. Maldita estás, pequeña,
porque no conoces tu voz, la otra, la voz detrás de tu voz.
Quieres salir de esa piscina y allí te quedas
orinada y cagada
entre cloro y champán.
Explosiones pintadas pancartas color arrebol.
Guardaespaldas carros blindados conspiraciones
en la opacidad.
Tu vida te parece tan larga como la del huevo comestible.
No serás el ave que rompe el calcio de la cáscara.
El silencio se convierte en tu agrio y rancio cascarón.
No podías nombrar lo que la inocencia se guarda para sí
y también tenías que ser niña, gozar el almendro
y la palmera,
el aguacate explotando en su mar pastoso, el níspero blando
y dulce.
Ese era tu sabor del entusiasmo.
Pero, es cierto, era un entusiasmo apurado
atragantado por remiendos de dicha, todo antes de las cinco
de la tarde.
Antes del escupitajo del crepúsculo.
(En: Preguerra 2017).
FILOSOFÍA PRÍSTINA
¿Pero cómo te atreves? ¿Cómo es que te despojas?
Pequeña, detente. No sigas a ese insecto que agujerea
y devora el queso de la fe.
No entres a ese lugar entre la sal y el libro, te aúllan
las voces.
Pero es inútil detenerte detenerme.
La Vía Láctea te hospeda en sus relieves
y escuchas la acústica del pie cóncavo, vacuo.
Ese hueco que baila brinca chapotea.
Al hueco le gusta el domingo.
Con su tap tap tap agita el silencio tropical de la siesta
cuando tus padres duermen, los perros de la casa se echan,
el gato de tu hermana se lame y a ti, pequeña,
te da por desgarrar lo aprendido.
Afuera muchos mueren por no querer callar. Sientes
sus ojos pegados a la noche.
Persigues al insecto mientras devora su banquete y presencias
los litigios de la duda.
En tu casa hay biblias y piano de cola.
Los diez mandamientos lideran junto a Beethoven,
pero tú prefieres desenvolver al hueco como si fuera
un caramelo.
Tap tap tap. Tap tap tap.
La angustia brinca con el cóncavo y pequeño pie.
Hormigas mapean ondas sonoras de electroshocks.
Más ojos se pegan al río de la noche, se desborda
y los párpados se enganchan
a tu cuerpo a mi cuerpo. Dejas hilos de vida sobre la bisagra
del encierro.
Comienzas a vivir mientras caes y te acostumbras demasiado
rápido
a ese ágil roedor que es la desolación.
(En: Preguerra 2017).
ENTRE GRISES
avatares del
cuerpo
corazón ceñido
hendida la
mano
voz astillada
cinco sentidos
despaisados
duelo
risa antigua
& una semilla
en la mitad
que queda
del camino
(En: Cables polvo verde, 2022).
INCENDIO ANDANTE
cuerpo desanclado
náufrago
entre edificios & antenas
se escucha su
incendio
dedo-flama
garganta-pulso
vena-lumbre
cuerpo ávido de
páramos & selvas
su olfato
en el doblez de la
hoja
la miel de la lluvia
aquí
transterrado
a diario
se quema
como carta
indeseada
& vuelve a escribirse
(En: Cables polvo verde, 2022).
Tania Pleitez Vela (El Salvador-Italia, 1969): Desde 2022 vive en Abbadia Lariana, un pequeño pueblo situado en la región de Lombardía, no lejos de Milán, a las orillas del lago Lario, donde lee, escribe y camina en la naturaleza. Su poesía ha aparecido en antologías y revistas de El Salvador, Colombia, México, Chile, Reino Unido, España, Italia y Estados Unidos. Ha publicado Nostalgia del presente (2014), Preguerra | Prewar (2017) y Semillas desterradas (2022); este último incluye tres poemarios: la edición revisada de sus dos libros anteriores y su poesía más reciente.
Fue una de las escritoras seleccionadas por Storyknife para realizar una residencia artística en Homer, Alaska, durante el mes de julio de 2023. Además de trabajar en su escritura, se ha dedicado a la gestión cultural, la docencia y la investigación.
*Créditos de la fotografía: Guarina Paloma Lopez.
CURADURÍA: Yordan Arroyo (Costa Rica)